Las puertas rústicas son un elemento imprescindible en todo hogar rural. Pero también son una opción cada vez más valorada por quienes se diseñan un rinconcito natural en la ciudad o quienes prefieren un estilo ibicenco o minimalista.
1. El diseño de tu puerta rústica
Aunque parezca que la rudeza de las puertas de madera rústicas limita tus posibilidades decorativas, en realidad puedes complementarlas con bisagras y travesaños de diseño. Utiliza acero forjado para la decoración rural y aluminio si tu hogar es de tipo nórdico.
Si necesitas instalar puertas de paso amplias, puedes elegir modelos cuadrados, que son más originales que los rectangulares. Estos modelos te permitirán adaptar la casa a las necesidades de accesibilidad, mientras aportan un toque imponente a tu hogar.
También existen puertas de madera rústicas para el exterior. Los modelos más populares cuentan con un enrejado que te permite ver la calle desde el interior del hogar. Por su parte, las casas de campo utilizan también portones en dos piezas, que te permiten abrir independientemente la mitad superior y la inferior. Además, ¡son ideales para las regiones calurosas!
2. El acabado del portón
Por supuesto, el elemento más llamativo de tu portón será el acabado. Si lo vas a instalar en el exterior necesitarás barnizarlo y tratarlo eventualmente con fungicidas e insecticidas. El barniz te permite elegir entre una amplia gama de tonalidades con las que complementar el color natural de la madera.
Pero las puertas de interior rústicas pueden instalarse sin más tratamiento, siempre que las cuides adecuadamente. Esto te permitirá dejar desnuda la veta de la madera.
- Elige tonalidades claras para las estancias pequeñas o ambientaciones mediterráneas. Las mejores opciones son el fresno y el abeto, y la madera de haya aportará una tonalidad blanquecina y una increíble resistencia.
- Si la casa tiene una ambientación más modernista, podrás emplear wengué, ébano o caoba para darle un toque de contraste.
- Para los ambientes más coloridos puedes utilizar maderas rojas, como la teca o la acacia. Otra opción es darles una mano de pintura. Por ejemplo, los tonos azules pueden convertir tus puertas de madera rústicas en una evocación a los pueblos marineros.
En cualquier caso, recuerda que a la hora de elegir uno de estos portones puedes jugar con diferentes elementos de acabado. Los más frecuentes son los detalles tallados, los patrones tachonados, los tiradores y las bisagras.
3. El entorno es importante
Pero, ante todo, no olvides darle un entorno adecuado a tu puerta rústica. Como son elementos muy voluminosos, se convertirán en una pieza central de la habitación. Por eso es importante que las combines con otros elementos decorativos, como:
- Cortinas.
- Alfombras.
- Mobiliario grande (mesas, librerías, estanterías, arcones, baúles, sillones…).
- Marcos de ventanas.
Si consigues crear una tonalidad uniforme en la estancia, las puertas rústicas serán el mejor elemento de cierre. Ya te hemos indicado los tres principales elementos que tienes que considerar a la hora de elegir tu puerta rústica. Ahora está en tus manos elegir las piezas que convertirán tu hogar en un espacio de ensueño.